Mientras en la peatonal Mendoza se palpaba la llegada de la primavera, en los estudios de LG Play se definía al último finalista de “Enseñame Tucumán”. Los colores de los lapachos, característicos en esta estación para nosotros los tucumanos, se parecían a los que representaron a las cinco escuelas que compitieron a todo o nada por ser los terceros finalista.

En el set de la TV estaban los estudiantes, pero sus fanáticos se ubicaron en la redacción de LA GACETA, que volvió a ser una gran tribuna de colores. Azul para el Instituto Santa Inés, verde para la Escuela de Comercio N°1, rojo para la Secundaria de Graneros, violeta para la Escuela Media de la Reducción y amarillo para la Escuela Técnica N°1 de Monteros, los que terminaron como ganadores de la semifinal. Cada equipo estaba representado por su propio altar de objetos y carteles con el nombre de la institución.

Emoción a flor de piel

Desde Monteros, la emoción se palpaba en cada palabra de las autoridades de la Escuela Técnica N° 1. “Siento un orgullo inmenso de tener a estos representantes de mi institución acá”, expresó el director Leonardo Ovejero, con la voz cargada de alegría. Contó que cada instancia superada fue vivida como una fiesta en la escuela, con el apoyo de docentes, familias y compañeros: “Los chicos vienen con el sueño de llevarse el galardón y de que el premio quede en Monteros”. El directivo también destacó que, al mismo tiempo, un profesor de la institución quedó entre los seis finalistas nacionales del concurso “Docente Más Inspirador”. “Imaginate lo que significa para nosotros: tener un docente destacado y estos chicos en la final es un orgullo inmenso”, remarcó

DESDE LULES. Los representantes de la escuela media de La Reducción. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.

La regente de Cultura General, Mónica Monasterio, coincidió en que “ver cómo han crecido, tanto en su personalidad como en lo académico, es genial” y argumentó que en la ciudad “todo el municipio está expectante” por el resultado. Para ella, el solo hecho de que sus alumnos estén en la última etapa ya es un triunfo. En la misma línea, la profesora Alejandra Jerez destacó la entrega de los estudiantes: “Son chicos muy inteligentes, solidarios y desde el primer momento se comprometieron para participar. Eso es lo que más me enorgullece”.

UN VIAJE LARGO. La secundaria de Graneros llegó con varios acompañantes a la capital tucumana. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.

Valentín Castells y Ana Paula Díaz, los concursantes monterizos reconocieron que sí hubo “mucho esfuerzo, muchos nervios y muchas emociones”. “En estas dos semanas no dejamos de estudiar, incluso con las otras materias. Fue intenso, pero ahora queremos estar tranquilos y disfrutar de la experiencia,” confesaron.

Las otras hinchadas

Sobre su sector teñido de azulado, las profesoras del Instituto Santa Inés desplegaron la bandera de la escuela a pocos minutos de que la transmisión en vivo iniciara. “Estamos muy orgullosas. Las chicas han hecho un gran esfuerzo por estar acá y sentimos que, de alguna manera, ya han ganado”, dijeron las profesoras María Lourdes Abregú, Noelia Vivas y la directora María Victoria Ortiz.

VERDE. La Escuela de Comercio N°1 tuvieron el color de la esperanza. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.

Ellas contaron que la preparación fue intensa. “Primero fue la instancia de Alderetes, después a leer los libros que quedaban, hacer resúmenes, cuadros y más cuadros hasta que se aprendieron las fechas. Estudiaron muchísimo”, indicaron.

Las familias también vivieron la jornada con los nervios a flor de piel. “Hoy estuvo muy ansiosa, pero siempre fue muy aplicada. Le gusta mucho la historia y está interesada en estudiar Psicología”, contó Mónica, mamá Blanca Toranzo. Javier Vildoza, papá de otra Rocío Vildoza, agregó: “Ella no se tenía mucha confianza, pero la alentamos mucho. Que se relaje, que disfrute, que ya ha logrado algo grandísimo”.

Antes de iniciar a contestar preguntas y respuestas, las participantes dijeron: “Fue un proceso largo, de muchas emociones experimentadas, pero sobre todo la pasamos bien, la disfrutamos y aprendimos muchas cosas que no sabíamos. La verdad es un concurso lindo.”

SERES QUERIDOS. Papás y docentes acompañaron a Rocío y Blanca. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.

Del otro lado de la sala, Daniela Jerez Jiménez, directora de la Escuela Media de la Reducción, se mostraba conmovida. “Es una emoción tremenda, un orgullo. Estos chicos han estudiado hasta lavando los platos. Les gustó tanto la temática de Tucumán que estudiaron más de lo que pedía el programa. Más allá del resultado, que disfruten la experiencia”, remarcó.

AUTORIDADES. Representantes de LA GACETA y Educación también fueron testigos de la última semifinal.aa LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.

Eugenia Ancajima Dulor, supervisora de esa zona, resaltó el compromiso colectivo. “Ellos representan a todas las escuelas de Lules y Tafí Viejo. Para que puedan participar tiene que haber adultos que acompañen y promuevan. Eso es lo que vemos hoy”, reflexionó.

Los concursantes luleños Agustín Herrera y Joaquín Carrizo, por su parte, afirmaron: “Llegamos hasta acá con esfuerzo, así que ahora sólo nos queda disfrutar y dar lo mejor.”

En la mesa roja, la mamá de Dilan Campo Zurita de la escuela Secundaria de Graneros también estaba inundada por emociones. “Lo ayudábamos en casa a leer. Pase lo que pase, les diría que disfrute”, dijo. En tanto, la prima de Ana Gabriela Medina , resaltó el orgullo que sintió por ver a su prima compartir sus conocimientos. “Ella siempre fue inteligente y estudiosa”, comentó.

UN POCO DE SABOR. Un catering lleno de cosas dulces, fue preparado para participantes y familiares. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.

Miguel Jorge Ávila, profesor de la Escuela de Comercio N°1, agradeció el trabajo de todo su equipo docente. “Coincidió con exámenes trimestrales y hasta con el ingreso a Medicina de uno de los chicos. Fue un gran esfuerzo, pero ellos son los protagonistas”. Mariano Verón, colega suyo, cerró: “Lo importante es que lo disfruten. Los resultados son relativos. Ya nos hicieron sentir orgullosos”.

Finalmente, fueron los propios alumnos quienes pusieron en palabras el espíritu de la jornada: “Fue un proceso largo, lo disfrutamos y aprendimos cosas nuevas”. Y así la misión estuvo cumplida desde antes de iniciar el vivo del programa.